Hablar por hablar...

Tachadme de depresiva, pero hoy siento que el mundo me quiere borrar, reclama en silencio que invierta mi tiempo en chatear, colgar fotos, comentar, hacer uso de aplicaciones adictivas sin utilidad, ojear otros rincones buscando nada concreto, ... y no me identifico con el tipo de persona que he construído para poder estar "comunicada". Llega un momento cualquiera en que siento que tiene que haber alguien más que piense que hablar por hablar en un espacio es la manera más absurda de sentirse acompañado, pues ¿cómo demonios vas a mantener una charla con quien sólo te escucha a ratos? con lo que a mí me gusta charlar de manera fluída... Eso si son buenas horas perdidas...Tengo nimias cosas que contar, pero, ¿a quién pueden interesarle siendo asuntos triviales?, veamos, por si interesa: Tengo este mes innumerables actividades que hacer para la universidad, un concierto genial el día 30 si Whitney Houston no lo anula antes al que iré con mi hermana que está encantada por ser su primer concierto y aunque no es la música que suele identificarme es una de las grandes voces que debes apreciar en directo alguna vez en la vida y que además marcó mi infancia con sus canciones, dos diamantes mandarines, que por fín, están anidando tras muchos y muchos esfuerzos y que no en demasiado tiempo es posible que me den algún pichón, unas ganas locas de salir a dar un paseo y tomar algo caliente al atardecer con una agradable compañía, y contarle a alguien lo estupendo que fue aquél día antes de semana santa en que uno de mis profesores lanzó una frase en el aula e inspiró uno de mis cuadros. Aún no lo he pintado pero lo archivé mentalmente para poder plasmarlo algún día, creo que lo titularé "Los demonios de nuestra historia" y habrá rojo (un color que no está mucho en mis humildes cuadros) por todas partes. Si esto fuera una charla cara a cara, gesticularía para poder expresar hacia dónde fluirían los colores para que soñárais la imagen conmigo.
También querría contaros todos los "quise" que han habido hasta ahora desde mi última entrada, por ejemplo, esta semana santa, quise ir a hacer senderismo y se quedó en nada, quise salir a la playa y al tiempo no le dió la gana, quise cocinar una tarta pero alcancé a unos dorayakis, quise montar de nuevo en bici pero nadie más tuvo ganas, quise, quise, quise...
La próxima vez que sienta que el mundo me quiere borrar intentaré recordar cuáles son las lineas que me hacen ser quien soy.