Parece que hasta mi subconsciente se ha dado cuenta de que necesito cambios y actuar pronto o mi alegría se va a ir a tomar viento fresco, pues ahora me avisa a través de mis sueños. El caso es que tengo muchos motivos para estar contenta pero hay días en que el cuerpo no acompaña por mucho que una se esfuerce (y no, no estoy en esos días del mes.). Detesto estos arrebatos anímicos en los que no te entran sino ganas de llorar sin parar y que sabes que se resuelven únicamente riendo a carcajadas pero no encuentras a nadie que te ayude en eso de ponerle remedio.
Pero bueno, lo mejor es pensar en lo que me motiva y me alegra, como por ejemplo, el próximo cumpleaños de una de las personas más valiosas de mi mundo, mi madre. Se acerca ya a su 50º cumpleaños y sigue estando igual de guapa que siempre o más porque ahora las canas le aclaran las facciones y esos bonitos ojos verdes. He ido bien contenta hace dos días a comprarle algún regalo, y digo bien contenta porque si hay algo que me da satisfacción personal es regalar cosas a los demás, y no siempre necesariamente compradas...
Me decanté por un conjunto de joyería increíble de aguamarinas, sus piedras favoritas, y un buen número de camisas que sé que le gustarán mucho (todo lo elegimos mi hermana, mi novio y yo). Como se que no lee esto puedo descubrir ya que tenemos planeado sorprenderla yendo a almorzar con ella a un restaurante cercano a la playa, y luego darnos un buen chapuzón (si sois de Tenerife y no habéis estado nunca en Mesas del Mar os recomiendo daros un paseo por allí, la playa que encontraréis al atravesar el túnel peatonal es muy limpia y, aunque pequeña, merece mucho la pena, además si la zona os gusta podéis acampar en un pequeño y acogedor camping que hay al final de la playa, sobre otro restaurante), también irá con nosotros mi hermano, lo que para mi madre será toda una novedad y además, éste traerá una tarta casera de café y galletas. Sé que le encantará y espero que sea un día familiar tranquilo pero inolvidable, ¡que le llegue al corazón lo mucho que nos importa y lo presente que está en nuestras vidas!.
Además de esto, hoy me he dispuesto a tomar alguna medida para solventar mi problema de humor, y como siempre, he recurrido a mi querida bicicleta. Después de usarla siento verdadero alivio, es como si con cada pedalada arrancara de mi estómago un pesar y con la velocidad fuera dejando atrás todos los problemas y dudas. Realmente siento que avanzo en todo. No comprendo cómo a veces puedo olvidar que mi bicicleta siempre está dispuesta a pasear conmigo. Incluso tengo una compañera en la carrera, mi perra Lú. Pienso que como yo, Lú encuentra un desahogo necesario en el hecho de correr junto a mis ruedas y no sólo a nivel físico. Se produce un vínculo empático tremendo entre mi "tota" y yo cuando realizamos juntas alguna actividad y el conectar así con un animal me llena de alegría. Ojalá mi cuerpo me dejara manifestarla tal como quiero.
En estos días de exámenes todos tenemos que ocupar algún tiempo en ocio y disfrute o el gigante evaluador nos comerá con papas y sin miramientos, pues no reposar la mente nos desequilibra y en lugar de conseguir aprender algo de lo que los apuntes nos ofrece, tropezamos y topamos de bruces con el suspenso por agotamiento mental. Yo seguiré dando mis breves paseos en bici cada tarde-noche, cuando refresca y la calle se hace para mí más interesante. Además hoy he enseñado a una de mis primas pequeñas a montar en bicicleta y me ha hecho mucha ilusión pues me ha recordado cuánto me gusta la enseñanza, mis primeros días en bici, en patines, en patinete, etc... nada como ser un niño para poder reír de la vida como nunca más te reirás.
Con ese pensamiento me quedo para que esta noche mis sueños se compadezcan de mí haciendo eco onírico de paz conmigo misma y cualquiera de mis asuntos pendientes que, para mi consuelo, ya no son tan numerosos.
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