CAJÓN DESASTRE: Parando el tiempo con las manos

Suena imposible, lo sé, pero por fin he conseguido recuperar un fragmento de mi tiempo. Comienza a fluir mi yo nómada, y viene con ganas. Tan sólo me faltaba un empujoncito y una bella imagen que me recordara lo hermoso que es el mundo, lo bien ejemplificado que está en muchas porciones de mi isla (Tenerife) y lo mucho que me queda por conocer. Ayer por la noche disfruté enormemente de las hermosas vistas de Garachico en plena alerta amarilla por lluvias. La imagen que retuve es un cuadro en potencia que intentaré pintar si consigo atrapar un poco más de tiempo y re-invertirlo en mí.

Mientras estaba allí de pie, mirando al horizonte, encuadrado por un enorme mar gris en calma y un marco de nubes cargadas de vida para el planeta, con la brisa fría de la noche despertando mis sentidos, sólo deseé un relámpago a lo lejos. Así habría sido una perfecta postal ilustrada por el magnífico Luis Royo. Si llego a pintar este cuadro sin duda estará allí mismo el relámpago, tal y como lo imaginé.

No pude quedar menos embelesada, pues al llegar a casa soñé con el mar...

Me gusta analizar sueños. En teoría y de manera muy fría el agua del mar viene a representar nuestro yo interno, nuestros sentimientos o el estado mental o anímico que tenemos en ciertas ocasiones. Si es mar tempestuoso supone intranquilidad, mar en calma lo contrario, aguas sucias mente sucia, etc. Normalmente si un sueño es tan sumamente hermoso como el que tuve anoche, dejo a un lado el frío análisis y disfruto del recuerdo hasta que mi ego lo traslada al olvido lentamente, olvidando un detalle cada vez. Pero la costumbre y la práctica me llevaron de antemano a saber que quizá mi mente me comentó anoche, a su modo de hacerse oír, que en un futuro próximo tras darle vueltas a muchos asuntos, tener dudas y miedos, inquietarme y pasar situaciones incómodas no demasiado angustiosas, en mi interior todo estará perfectamente claro y tranquilo...Cristalino.