lunes, 10 de diciembre de 2012

Sin rendición ni redención

Mientras das vueltas a todo, yo me enfrento al paredón. Bajo la lente de tu vida oscila la mía temerosa y frágil, siempre llevada a examen, siempre bajo supervisión. Y muy a lo lejos de este horizonte que hemos trazado se desinfla el colchón donde dormía, se marchita la rosa que guardaba, se derrumban los pilares de mi casa. Recuerdo aquellos tiempos en que mis arrugas sólo se debían a la risa, recuerdo tu sonrisa...


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Neko