martes, 15 de mayo de 2012

Y a veces pasan estas cosas...

Y me quedé en silencio. 
Y la pena nunca había estado más presente. 
Y cuando quise animar mi alma, fue absorbida por un teléfono, llevada lejos, hacia un lugar que se oculta tras tus dedos y que desconozco. 
Y tus palabras dulces apenas endulzaron la mitad de mis lágrimas. 
Y cerré los ojos esperando que eso hiciera callar a mi cerebro. 
Intenté dormirme sin rozarte, para que no sintieras que conmigo en la cama dormiría esa noche la pena. 
Y en mis sueños reviví todo. 
Y al despertar lloré de nuevo. 

No hay comentarios:

Neko