La razón es diferente cuando un país está en crisis. Es diferente cuando la sociedad desespera y trata de alcanzar sus objetivos y metas de nuevas y diferentes maneras. La razón se transforma y se disfraza. Piensa que allá donde estás buscando la razón y, ante el desconcierto que te provoca lo que has hallado, lo que escuchas y cómo otros perciben la realidad de esta sociedad en que vivimos, también existe la razón y la lógica. Aún siendo distinto a lo que esperabas, aún siendo diferente a lo que opinas.
Estás hallando en el camino cómo perciben las cosas aquellos que no tienen nada, aquellos que sí lo tienen pero su balanza de valores se inclina hacia otros derroteros y aquellos que han descubierto cuál es su verdadera meta y dónde se halla la felicidad.
A veces, hacer lo irracional nos acerca a la verdadera razón de ser. A veces saltarse los pasos lógicos nos hace más grandes y fuertes. La verdad es que todos sufren y tienen pérdidas. Casi todos están sin trabajo y en precario y este año millones se aprietan el cinturón. Pero al sentarse a la mesa, en Navidad, todos levantarán la cabeza para echar un vistazo a quienes les rodean.
En la sonrisa de generaciones anteriores y de nuevas generaciones está su motivo, existe razón. Cenen lo que cenen, compartan lo que compartan, hayan o no desavenencias, cada uno de los miembros de la familia que tenemos y la familia que vendrá es la verdadera razón de existir. Es lo que nos da sentido. Es para lo que estamos aquí.
Esta noche de luna radiante y de nítido cielo, de frío y Teide nevado, te dedico mis palabras y mis pensamientos, allá donde estás dale vueltas a eso. Porque es contigo con quien quiero alcanzar la felicidad, y porque es contigo con quien entraré en razón. Cenemos lo que cenemos, sea mucho o sea poco, seamos cuantos seamos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario